Ya en Madrid…
mayo 29, 2023Mi pasión….una locura!!
mayo 29, 2023Era septiembre de 2016, cuando decidimos ir por primera vez a la feria de joyería “Vicenza Oro”, en Vicenza, Italia. Llegamos desde Madrid a Milán un viernes por la tarde, y desde ahí nos subimos a un autobús dirección a Vicenza. Recuerdo que era tarde, las 5pm y que la feria cerraba a las 6:30pm, aproximadamente.
El autobús salió puntual, según lo previsto, sin embargo, no contábamos con el tráfico, así que llegamos 15 minutos antes del cierre. Tiempo que aprovechamos para sacarnos las credenciales.
Mientras hacíamos cola, vimos una cantidad de personas saliendo de la feria y nos dimos cuenta de lo grande que era. Cuando terminamos las gestiones, nos fuimos al hotel -habíamos reservado un hotel en un pueblo monísimo a 20 minutos de la feria-. Cenamos en un restaurante italiano cerca del hotel que nos supo a gloria, no sabemos si por lo cansadas que estábamos del día en la oficina, viaje, etc., o porque realmente era buenísimo. De postre….un “gelato” en una heladería que estaba cruzando la calle. Eran helados caseros de mantecado…tan buenos, que repetimos también el sábado!
Al día siguiente, nos levantamos temprano, desayunamos y nos fuimos a la feria. Pasamos ahí todo el día, viendo expositores, hablando con unos y con otros, sacando fotos a algunos productos, unos clásicos y otros muy novedosos. Terminamos el día con cientos de fotos en el móvil y datos de contacto, y eso que todavía no habíamos visto todos los pabellones.
Nos fuimos a cenar a otro restaurante que nos habían recomendado, “All Angolo” en Altavilla Vicentina VI, y pedimos una pepata di cozze diavola (mejillones con salsa de tomate un poco picante), una pizza cuatro quesos y una pasta con salmón… las raciones eran generosas, y sin duda sigue siendo uno de nuestros restaurantes must have cuando vamos a la feria de Italia (hemos ido todos los años desde entonces). De postre…volvimos en la heladería del viernes!
El domingo, repetimos la misma rutina que el día anterior…y conocimos a varios expositores españoles, muchos andaluces, estuvimos hablando con ellos, viendo sus productos, conociendo el sector.
También conocimos a un proveedor enorme de cadenas de oro, plata y chapado en oro; la persona que nos atendió era el nieto del fundador, la tercera generación. Nos contó su historia, nos enseñaron sus productos y un vídeo de cómo funcionaba la fábrica, de lo importante que es la calidad del producto, y de los “baños galvánicos”. No dábamos crédito de todo lo que había que hacer para fabricar una “simple” cadena. Nos empezó a entrar un gusanillo…
Tras haber estado con este proveedor nos dimos cuenta que el día se había terminado. Había sido nuestra primera feria, así que no pudimos compararla con ninguna otra. Aun así, nos pareció enorme, dividido por secciones, es decir, las piedras semi-preciosas por un lado; los productos de joyería y bisutería por otro; los relojes, brillantes, diamantes, esmeraldas, etc., por otro; los de packaging por otro; y la maquinaria por otro!! Al día caminábamos más de 15.000 pasos…
Cogimos el autobús de vuelta al Aeropuerto y de ahí el avión a Madrid. Durante el vuelo, estuvimos dándole vueltas a lo que habíamos visto y conocido, repasamos las fotos de los productos que más nos habían llamado la atención y mencionamos mucho al fabricante de cadenas, cómo de algo tan “simple” hay un mundo detrás.